Con motivo de la publicación del tercer libro de La saga de Los Gresham de Nieves Hidalgo, Lágrimas negras, hemos querido contactar con su autora para que nos hable sobre su obra y nos cuente de primera mano los entresijos de esta historia.
¿Qué nos puedes contar sobre la trama de este libro?
He querido mezclar el romance con la investigación de unos crímenes para dar entrada a una protagonista un tanto peculiar. Thara es hija de un policía que pertenecía a los Bow Street Rangers, y que quiere seguir los pasos de su progenitor. Hasta ahora ninguna de mis protagonistas había oficiado de detective privado y, dado que en la época en que se desarrolla la historia no era un trabajo muy propicio para una mujer, me ha resultado muy entretenido crearla. James es el menor de los Gresham, un poco tarambana, y no goza de la confianza de muchos. Sin embargo, al saberlo prometido, la cosa cambia, y decide que puede ser buena idea colaborar con Thara en la investigación de los asesinatos, una manera de salir de la rutina diaria a la vez que intenta seducirla.
A partir de ahí, ambos empiezan a buscar pistas, a razonar juntos sobre los distintos casos, a interrogar a los posibles sospechosos buscando indicios que les conduzcan hasta el asesino. Mientras, lógicamente, se van enamorando.
¿A qué tipo de lectores románticos va dirigida?
A los que les guste una pizca de intriga en la historia y, sobre todo, a los adictos a protagonistas femeninas nada gazmoñas y sí con coraje.
¿Cómo describirías a sus protagonistas?
Thara no es la clásica dama. Tampoco es la típica jovencita enamoradiza. Se ha criado bajo las alas de un magnífico detective, desde muy joven descubre que tiene la inteligencia suficiente como para desempeñar el tipo de trabajo que hacía su padre. La aparente implicación de su hermano en los crímenes de dos muchachas hace que se decida a dar el gran paso, y su terquedad la lleva incluso a ir a visitar a la persona encargada de la investigación. Es una mujer con carácter, con decisión y, sobre todo, con orgullo femenino. No permite que nadie quiera ningunearla, y mucho menos que duden de su capacidad como investigadora.
James sí es el típico aristócrata de la época, al menos en apariencia. Al igual que sus dos hermanos mayores, tiene una segunda personalidad que trata de ocultar, como si tuviera miedo a que se le cayera la careta de libertino y pudiesen llegar a su corazón. Tan pronto vamos a encontrarlo bromeando para encandilar a Thara, como dedicando su ternura a unos huérfanos o encontrando indicios. No tiene nada que envidiar a la señorita Bannion en cuanto a capacidad deductiva, de modo que es el rival ideal para ella.
¿Cuál es la mayor virtud y el peor defecto del protagonista masculino? ¿Qué tiene para que ella se enamore de él?
La mayor virtud de James es la ternura hacia los niños y, también, enamorarse de la protagonista no por su físico sino por su inteligencia. Empieza viéndola como una posible conquista y acaba cautivado por su talento. El mayor defecto, como ya digo, que intenta esconderse tras la máscara de libertino cuando realmente no lo es tanto.
A Thara consigue enamorarla un poco de todo: su apostura, sus comentarios, las discusiones que se traen ambos, su inteligencia. Al principio no confía mucho en que un mujeriego del tres al cuarto pueda serle útil en su investigación. Pero va descubriendo en James a un hombre muy distinto, sagaz, valiente e intuitivo que empieza a tratarla como a una igual, como a una compañera de trabajo. Acaba por hechizarla ver la devoción que demuestra a los huérfanos de St. Thomas.
¿Cómo definirías la relación entre ellos?
Como todas las relaciones entre mis parejas protagonistas: encrespada por un lado y apasionada por otro. Hay que tener en cuenta que Thara no solo intenta resolver un caso para librar de sospechas a su hermano, intenta también que se la tome en serio, que vean en ella a una profesional de la investigación que sabe lo que se hace. Tener que empezar sus pesquisas gracias al beneplácito de un libertino, no le hace la menor gracia. Chocan, claro. Porque ella sólo tiene como punto de mira resolver los crímenes; porque ella no quiere mezclar a James en su vida más allá del trabajo detectivesco, y él se mete hasta la cocina; porque no quiere volver a enamorarse y, sin embargo, se siente cada vez más atraída por Gresham. Toda la novela es un tira y afloja entre ambos.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos a los que te has enfrentado en esta novela?
Disponer a los sospechosos de modo que salgan poco a poco, colocar las pistas auténticas y las falsas, y tratar de conseguir que no se conozca la identidad del asesino hasta el último momento. Las escenas entre Thara y James, bastante menos; han sido ellos mismos los que han ido tomando forma.
¿Qué emociones te gustaría despertar en tus lectores cuando lean esta novela?
Un poco de ternura, algo de ansiedad tratando de seguir las pistas, y que acaben de leer la novela con una sonrisa si consigue entretenerles.
Lágrimas negras
Autor: Nieves Hidalgo
Editorial: Esencia
Género: Romance histórico
Formato: Grande, rústica
Fecha: 20 de mayo de 2014
Sinopsis:
Libro 3 de la serie "Los Gresham".
Adriana Worthington y Noelia Kendrick son encontradas, en el intervalo de una semana, asesinadas en idénticas circunstancias.
Las pesquisas de la policía apuntan hacia Eugene Bannion, pero su hermana Thara sabe que es inocente y hará todo lo que esté en su mano por demostrarlo. Incluso es capaz de hacerse pasar por la prometida del hombre más desvergonzado de todo Londres para conseguir una entrevista con el juez que instruye el caso.
James Gresham ha salido de la ciudad por asuntos de negocios, pero un inconveniente le obliga a regresar antes de tiempo.
No espera encontrarse con una mujer a la que ha visto una sola vez y que, para su asombro, ha tenido la osadía de hacerse pasar por su futura esposa.
Irritado y divertido a un tiempo, decide seguirle el juego mientras le ayuda a buscar al auténtico asesino del que todo Londres habla. Thara, en su empeño por demostrar la inocencia de Eugene, no se percata de que el barón de Salsbury puede resultar para ella mucho más peligroso que el criminal al que quieren desenmascarar.